El Pasante
Incorporar pasantes, ya sean de nivel secundario o universitario, es una práctica que muchas empresas valoramos no solo por el descubrimiento de jóvenes talentos, sino también porque ofrece a nuestro equipo la oportunidad de desarrollar habilidades de mentoría y acompañamiento. Enseñar lo aprendido es, en muchos sentidos, la última etapa en la consolidación del conocimiento.
Recientemente, tuve el privilegio de trabajar personalmente con un pasante muy especial en Ruman Consulting por Trixiti, mi cuñado menor, a quien conozco desde que tenía dos años. Durante el último mes, me acompañó incansablemente en mis tareas diarias, observando largas jornadas de reuniones con clientes y proveedores, sesiones de trabajo en equipo, procesos de toma de decisiones, además de labores administrativas y técnicas. Siempre estuvo dispuesto, atento y con una actitud abierta al aprendizaje.
Esta experiencia me hizo recordar mi primera pasantía en la Escuela Philips (ITPA) cuando tenía 14 años. En aquel entonces, mi tutor, Juan Torregiani, me dio una oportunidad que no muchos habrían considerado. A pesar de mi carácter inquieto, él confió en mí y vio algo que otros quizás no notaron. Los momentos que compartí con él fueron fundamentales en mi desarrollo personal y profesional. Aún mantenemos contacto, y cada vez que puedo, lo visito en la escuela. Su generosidad y guía fueron uno de esos regalos de la vida que nunca se olvidan.
Hoy, 27 años después, entiendo profundamente su decisión y me doy cuenta de que su ejemplo me enseñó más de lo que pensaba.
Gracias a ambos, a Juan y a mi joven cuñado, por permitirme ser próspero en este camino y devolver algo valioso al mundo.
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